Mujeres líderes; impulsoras de cambio, aguerridas y organizadas caracterizan a las presidentas de Comités de Viviendas Sociales, pertenecientes a distintos territorios de la región del Biobío.
Historias de lucha y perseverancia marcan la trayectoria de vecinas y vecinos hasta cumplir el anhelado sueño de la casa propia. Para que los proyectos lleguen a buen puerto, es imprescindible la organización comunitaria, y una buena administración realizada por las respectivas directivas de los comités. En ese sentido, las mujeres dirigentas se transforman en líderes y agentes de cambio social en sus territorios, influyendo positivamente, en la adquisición de una vivienda digna para sus comunidades.
Vocación de servicio, liderazgo femenino e identidad territorial
Exponer, intercambiar, consensuar y sintetizar son algunas acciones que realiza cada presidenta de los Comités. Su labor contribuye a la transformación y al progreso de sus comunidades y entornos. Tal es el caso de Edith Villarroel Peña (53), presidenta del Comité Lomas de Dichato, perteneciente al proyecto habitacional Peumayén -el cual fue entregado en febrero de 2022 y beneficia a 228 familias- aclara que desde temprana edad es consciente de la crisis habitacional en Chile.
“Mi interés nace cuando recurrí al Centro Abierto de Atención Diurno, y conocí distintos casos de vulnerabilidad. Esta vivencia me incita a colaborar en actividades sociales, cuyo fin es velar por el bienestar comunitario y ayudar a quienes más lo necesiten”. Tal convicción y perseverancia permitieron que Edith junto a sus vecinas y vecinos obtuvieran sus casas propias en Dichato. Actualmente, el trabajo continúa; el nuevo objetivo es crear el nuevo barrio y hermosear “Peumayén” con áreas verdes y una multicancha para la vecindad.
Tal como Edith Villarroel, Miriam Castillo Abarca (47), presidenta del Comité Los Dominicos, en Cañete, y María Bernardita Roa Silva (59), presidenta del Comité Isidora Cousiño, en Lota, trabajan hace 14 años, voluntariamente para sus comunidades. Fueron elegidas por sus vecinas y vecinos democráticamente. Todas superaron adversidades a lo largo del tiempo; una de ellas fue el terremoto, en 2010, aunque rendirse no es opción para ellas.
María Bernardita Roa, expresa que “ha sido una experiencia magnífica. Comencé con esta gran responsabilidad luego del 27 F. Actualmente, junto a las 260 familias beneficiadas tenemos la alegría de cohabitar en la etapa 4 y 5 de Lota Green; fue un largo proceso con altos y bajos, pero lo logramos”. Agrega que “la mujer también puede liderar y participar en la toma de decisiones. La experiencia como presidenta me ha permitido poner en valor a aquellas mujeres más humildes; apoyarlas y en comunidad salir adelante. Todas las situaciones me han enseñado y engrandecido, es una responsabilidad que realizo con orgullo”, comenta.
En Cañete, también desde hace 14 años, Miriam Castillo Abarca, presidenta del comité “Los Dominicos” lidera en su territorio para adquirir una vivienda. “Es un trabajo reconfortante; el comité está constituido por personas respetuosas, pacíficas, amables y unidas. Además, se caracteriza por ser un grupo multicultural integrado por familias pertenecientes a pueblos originarios”, expresa. Actualmente, comparten la reciente alegría de que el proyecto habitacional: “Condominio Los Dominicos” fue aprobada la adjudicación de los fondos para su construcción y beneficiará a 58 familias.
“Estamos felices de este gran avance. Esperamos cohabitar respetuosamente con nuestro entorno y respetar la identidad local; estamos agradecidos de pronto concretar el sueño de la casa propia”, comenta Miriam.
Sin duda, las dirigentas deben compatibilizar sus responsabilidades con sus actividades personales y laborales. No obstante, en el carácter social de la lucha, las mujeres descubren y ejercen su poder, configurándose una nueva identidad en ellas. En las asambleas, el 90% de las personas son mujeres, quienes participan en las reuniones.
En Valle Nonguén, Priscilla Contreras Baeza (44) preside el “Comité de allegados y sin casa”, desde hace 7 años. Superó múltiples desafíos previo a la entrega de las viviendas correspondiente a barrio “El Peumo”, en Valle Nonguén. Hoy, junto a su comunidad se prepara para concretar nuevos objetivos, tales como: la conformación de la Junta de Vecinos de El Peumo y la firma de escrituras. “La buena comunicación y el sentido de pertenencia que tienen las familias por su territorio son claves. En ellos han crecido nuestras abuelas y abuelos, padres y madres; somos un conjunto de vecinos que se conoce desde siempre”, acentúa.
En línea con la búsqueda de soluciones habitacionales CredyHogar lleva más de 20 años materializando el sueño de la vivienda propia, guiando y apoyando a los comités, y a las mujeres que luchan por la obtención de la casa propia. En el Mes de la Mujer invitamos a reflexionar sobre los desafíos que en enfrentan las mujeres, sus inspiraciones para generar cambio y generar conciencia hacia un futuro más justo e inclusivo.
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